jueves, 9 de junio de 2011

Muriendo niño

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Desde que nacemos no dejamos de morir, de hacernos viejos, cada dia, cada minuto que pasa.
Envejecer comienza al mismo comienzo de la vida, cada dia que pasa nos acercamos inevitablemente a la vejez, a la muerte. Envejecer es todo lo que hacemos desde nuestro mismo nacimiento.
Al mismo tiempo, al mismo paso del tiempo, lo opuesto es igualmente cierto: no dejamos de ser niños. Ser niños es todo lo que somos hasta que dejamos de ser. Somos niños dejando de serlo, niños que mueren antes inlcuso de terminar la niñez, porque ser niños es todo lo que somos.

Niños muriendo viejos, viejos naciendo niños.



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sábado, 4 de junio de 2011

Dejar hablar la voz

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Hay veces que es preciso hablar, pero otras es mas importante dejar que la voz hable. Porque hay veces que lo importante no es decir algo sino que lo importante sea dicho.
Dejar hablar la voz es un ejercicio de humildad, es justamente no interponerse entre lo que debe ser dicho. Dejar hablar la voz es un ejercicio de renuncia de lo que uno tiene para decir, es un ejercio de entrega que implica poner el propio cuerpo, la propia voz, para que otra voz la habite.
Y cuando es esa voz la que habla no podemos más que escuchar, aprender de esa voz sin tiempo, aprender de esa voz sabia que dice y dibuja paisajes, que dice y crea la vida, que habita y puebla el mundo de los seres de su pensamiento.
Pero primero tenemos que vencer el terror; el terror de hablar con una voz extraña, el terror de ser habitados por algo que es totalmente otro, totalmente ajeno.



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