miércoles, 6 de febrero de 2008

Shulgin y Lacan


Acompáñame en un pensamiento.

Comprende la estupidez de las objeciones. Aquí, donde se trata de seguir una línea, un dibujo que se desarrolla en su propia dimensión.

Esto es solo un acontecimiento que se presenta. Un suceso más de lo existente.

Las objeciones; sus puntos obscuros; sus ausencias y contradicciones no tienen mayor importancia aquí, en este centro impreciso de tu mente. Pensamiento que se manifiesta como una voz que crees venir de estas líneas, como si ellas hablaran, como si ellas fueran algo por sí mismas. Como si el insignificante dibujito de estas letras fueran el origen de tu percepción.

Comprende la estupidez de las objeciones. Aquí se trata solo de presencias; aquello que falta es el infinito mismo de todo lo que eres capaz de pensar.